Me miró y no es suficiente, nunca lo fue y nunca lo va a ser, me falta esto, me sobra aquello. Sin querer empiezo a ver a otras personas, personas que sé que son mejores que yo y caigo en eso que ya se convirtió en mi rutina, comienzo a compararme buscando sin parar todo lo que pueda hacerme mal.
Me miró, las miró y me doy cuenta porque nunca será suficiente hasta que un día simplemente todo deja de tener sentido y dejó de comparar, le pongo un freno a mi búsqueda de dolor y comienzo a pensar: me veo sin que otro cuerpo que no es el mío pueda afectar la imagen final, me miró y todo lo que soy comienza a saberme a suficiente. Pero en ese momento solo somos mi mente y yo, y dura un tiempo pero este es corto porque vuelven los demás, y ya no somos mi mente y yo, sino mi mente y las personas que nunca podré igualar.
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